Quiero tiempo, pero tiempo no apurado, tiempo de jugar que es el mejor!!
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Quiero tiempo, pero tiempo no apurado, tiempo de jugar que es el mejor!!


Osías, el osito en mameluco

paseaba por la calle Chacabuco

mirando las vidrieras de reojo,

sin alcancía pero con antojo.


Por fin se decidió y en un bazar

todo esto y mucho más quiso comprar.


Quiero tiempo, pero tiempo no apurado,

tiempo de jugar que es el mejor.

Por favor, me lo da suelto y no enjaulado

adentro de un despertador.


Osías, el osito, en el bazar

todo esto y mucho más quiso comprar.


Tres Dioses del Tiempo..... y uno más

Los antiguos griegos tenían tres dioses del tiempo: Cronos, Kairos y Aión

fuente: https://eugeniomolini.wordpress.com/2009/10/12/kairos-aion-y-cronos-dioses-de-la-gestion-y-el-liderazgo/


Cronos es el dios, representado como un hombre maduro, que devora todo y todos, incluidos sus hijos, para mantener su poder. Es el dios del tiempo secuencial, cronológico que pasa inevitablemente. Es el tiempo «tic-tac» que irreversible y linearmente nos lleva hacia nuestro futuro. Es el dios al que recurrimos cuando ponemos objetivos, hacemos planes de acción y los implementamos. Cuando actuamos bajo los auspicios de Cronos, las acciones pasadas se vuelven obsoletas al alcanzar el objetivo. Entonces Cronos nos exige que pongamos nuevos objetivos, indiferente a si estamos satisfechos con lo alcanzado o no. Mientras tanto, él «tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic», mide cómo los mortales nos acercamos a la muerte, afanándanos para tener éxito y para controlar los acontecimientos, nuestra vida y las de los demás.


Kairos es un joven con un mechón de cabello muy largo en la frente pero completamente calvo por detrás. Es el dios caprichoso de la oportunidad que pasa rápidamente, al que sólo se le puede coger por el mechón según viene. Cuando acaba de pasar no se le puede agarrar porque está calvo. Es momento adecuado que, si pillamos, puede cambiar nuestro destino. Es el momento imprevisto en el que la acción adecuada nos llevará a aquel futuro que deseamos.

Es el dios del tiempo interno, el tiempo propio, con impacto psicológico y social.


Aión es dios de la eternidad al que no le hace falta devorar nada para ser eterno. Es a la vez niño y anciano. Es el dios generoso y satisfecho que tiene sentido en sí mismo. Es el dios que no contempla los objetivos ni los planes sino que nos invita a la acción que tenga sentido en sí misma. Es el dios que invocaba Machado al escribir «caminante no hay camino, se hace camino al andar» y también Ghandi al decirnos «sé el cambio que quieres para el mundo». Cuando actuamos bajo los auspicios de Aión, estamos satisfechos con el camino que recorremos porque el objetivo es recorrerlo y cada paso tiene sentido. Es el dios que nos habla a través de nuestra vocación, de la voz interior que nos dice lo que tiene sentido y lo que no.


Creo que deberíamos agregar una deidad adicional a estos tres dioses del tiempo, un Dios que sea el del "Tiempo de Jugar", ese tiempo que transcurre sin que nos demos cuenta. Es el tiempo de FLOW tal como lo describe Mihály Csíkszentmihályi (si, se escribe así). Un tiempo que transcurre de tal forma que dejamos de sentir hambre o cansancio. Es un tiempo de crear, de disfrutar, de gozar, de entregarse completamente a la actividad placentera.


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